lunes, 19 de noviembre de 2012

Esta es otra de las mágicas historias de los Hermanos Grimm, en este caso es una adaptación de la original... Disfruten de este dulce cuentito, de su magia y amor...


Cenicienta

  Había una vez hace mucho, mucho tiempo, un comerciante que al quedarse viudo se casó con la mujer mas orgullosa y engreída. Esta mujer tenía dos hijas que eran malas como ella. Y el comerciante tenía una hija dulce y bondadosa. Al poco tiempo de la boda el comerciante murió . Entonces, la madrastra, le dijo a la joven: -Desde ahora tu serás la encargada de fregar, barrer y hacer todas las tareas de la casa-.
  Así, la pobre muchacha se pasaba todo el día haciendo lo que le mandaban y cuando quería descansar se escondía junto a la chimenea. Por eso tenía su único vestido todo sucio con cenizas y sus hermanastras comenzaron a llamarla Cenicienta. 
  Un verano, el príncipe heredero organizó un baile e invitó a todas las jóvenes del reino. Las feas hermanastras decidían ansiosas que vestidos ponerse, mientras la pobre Cenicienta corría de un lado a otro sin poder pensar siquiera en arreglar algún viejo vestido para ir a la fiesta.
  Por fin llegó el gran día. Las niñas egoístas y orgullosas partieron en un hermoso carruaje y Cenicienta corrió al patio de la casa y se puso a llorar desconsoladamente. -¿Qué te pasa ?- preguntó una dulce voz. Cuando la joven la vio no pudo hablar; era su hada madrina que sabiendo lo que le pasaba quería ayudarla. -Yo haré que vayas al baile. Tráeme una calabaza y con mi varita mágica la convertiré en una magnífica carroza dorada-. -Bueno, ahora nos faltan los caballos y el cochero -dijo el hada-. Pero tiró un poco de queso al suelo y enseguida aparecieron seis ratones y una rata grande. La varita mágica volvió a actuar y al momento los ratones se convirtieron en caballos y la rata en cochero.-Ahora solo nos falta el vestido- dijo la madrina.
  En ese momento tocó con la varita los harapos de Cenicienta y los convirtió en un hermoso vestido . Y haciendo juego unos zapatitos de cristal como no había otros en el mundo. Antes de que partiese hacia el palacio el hada le recordó: -debes regresar antes de media noche, porque a esa hora la magia desaparecerá y todo volverá a ser como antes. -Te lo prometo madrina- dijo Cenicienta . Y partió.
  Un gran revuelo se armó en el palacio cuando llegó Cenicienta. El príncipe que estaba hasta ese momento un poco aburrido quedó deslumbrado al verla y gentilmente le ofreció su mano para entrar al salón. Todos quedaron admirados y hasta la música se detuvo. Los murmullos se oían por todas partes y hasta el Rey dijo que nunca había visto una joven tan bella.
  Durante toda la noche el príncipe no quiso bailar mas que con la bella desconocida que además era una ágil y graciosa bailarina.
  De repente en lo mejor de la fiesta se hoyo la primer campanada de las doce. Cenicienta entretenida casi olvidó que tenía que irse y sin decir nada corrió hacia la salida dejando al príncipe en el medio del salón. Pero al bajar tan rápido las escaleras perdió un zapatito de cristal que el poco tiempo fue encontrado por el joven que había tratado de alcanzar a la dulce desconocida.
  Al día siguiente el Príncipe anunció que se casaría con la joven que calzase aquel zapato. Inmediatamente un emisario lo llevó por todos los rincones del reino, pero ninguna joven conseguía calzárselo. Cuando llegó a casa de Cenicienta, las hermanas trataron de ponerse el zapatito, pero por mas esfuerzos que hicieron les fue imposible meter en él sus enormes pies. -¿Y si me lo probara yo?- dijo Cenicienta. Las chicas se rieron de ella, y la madrastra la mandó a fregar. Pero el emisario insistió en probárselo y ante el asombro de todos comprobó que el zapatito calzaba sin esfuerzo.
  -¡No puede ser!- exclamó la madrastra. Entonces Cenicienta sacó de su delantal el otro zapato y se lo puso. En ese momento apareció el hada , tocó con su varita las ropas de la joven y las volvió tan bellas como la otra vez. Cenicienta fue llevada al palacio, la boda se celebró poco después, y los jóvenes Príncipes fueron felices por siempre.
 Fin.
 Les comparto uno de los cuentos que más me gusta, ya que las historias de hadas son mis preferidas y más cuando está el amor de por medio.... Espero que se enamoren y la disfruten, que la magia y la fantasía se apoderen de ustedes... Esta es la versión de los Hermanos Grimm de...



La bella durmiente: 
  Hace muchos años vivían un rey y una reina quienes cada día decían: "¡Ah, si al menos tuviéramos un hijo!". Pero el hijo no llegaba. Sin embargo, una vez que la reina tomaba un baño, una rana saltó del agua a la tierra, y le dijo: "Tu deseo será realizado y antes de un año, tendrás una hija."
  Lo que dijo la rana se hizo realidad, y la reina tuvo una niña tan preciosa que el rey no podía ocultar su gran dicha, y ordenó una fiesta. Él no solamente invitó a sus familiares, amigos y conocidos, sino también a un grupo de hadas, para que ellas fueran amables y generosas con la niña. Eran trece  hadas en su reino, pero solamente tenía doce platos de oro para servir en la cena, así que tuvo que prescindir de una de ellas. 
  La fiesta se llevó a cabo con el máximo esplendor, y cuando llegó a su fin, las hadas fueron obsequiando a la niña con los mejores y más portentosos regalos que pudieron: una le regaló la Virtud, otra la Belleza, la siguiente Riquezas, y así todas las demás, con todo lo que alguien pudiera desear en el mundo. 
  Cuando la décimo primera de ellas había dado sus obsequios, entró de pronto la décimo tercera  Ella quería vengarse por no haber sido invitada, y sin ningún aviso, y sin mirar a nadie, gritó con voz bien fuerte: "¡La hija del rey, cuando cumpla sus quince años, se punzará con un huso de hilar, y caerá muerta inmediatamente!" Y sin más decir, dio media vuelta y abandonó el salón.
  Todos quedaron atónitos, pero la duodécima, que aún no había anunciado su obsequio, se puso al frente, y aunque no podía evitar la malvada sentencia, sí podía disminuirla, y dijo: "¡Ella no morirá, pero entrará en un profundo sueño por cien años!".
  El rey trataba por todos los medios de evitar aquella desdicha para la joven. Dio órdenes para que toda máquina hilandera o huso en el reino fuera destruido  Mientras tanto, los regalos de las otras doce hadas, se cumplían plenamente en aquella joven. Así ella era hermosa, modesta, de buena naturaleza y sabia, y cuanta persona la conocía, la llegaba a querer profundamente.
  Sucedió que en el mismo día en que cumplía sus quince años, el rey y la reina no se encontraban en casa, y la doncella estaba sola en palacio. Así que ella fue recorriendo todo sitio que pudo, miraba las habitaciones y los dormitorios como ella quiso, y al final llegó a una vieja torre. Ella subió por las angostas escaleras de caracol hasta llegar a una pequeña puerta. Una vieja llave estaba en la cerradura, y cuando la giró, la puerta súbitamente se abrió. En el cuarto estaba una anciana sentada frente a un huso, muy ocupada hilando su lino.
  "Buen día, señora," dijo la hija del rey, "¿Qué haces con eso?" - "Estoy hilando," dijo la anciana, y movió su cabeza.
   "¿Qué es esa cosa que da vueltas sonando tan lindo?" dijo la joven.
  Y ella tomó el huso y quiso hilar también. Pero nada más había tocado el huso, cuando el mágico decreto se cumplió, y ella se punzó el dedo con él.
  En cuanto sintió el pinchazo, cayó sobre una cama que estaba allí, y entró en un profundo sueño. Y ese sueño se hizo extensivo para todo el territorio del palacio. El rey y la reina quienes estaban justo llegando a casa, y habían entrado al gran salón, quedaron dormidos, y toda la corte con ellos. Los caballos también se durmieron en el establo, los perros en el césped, las palomas en los aleros del techo, las moscas en las paredes, incluso el fuego del hogar que bien flameaba, quedó sin calor, la carne que se estaba asando paró de asarse, y el cocinero que en ese momento iba a jalarle el pelo al joven ayudante por haber olvidado algo, lo dejó y quedó dormido. El viento se detuvo, y en los árboles cercanos al castillo, ni una hoja se movía.
  Alrededor del castillo comenzó a crecer una red de espinos, que cada año se hacían más y más grandes, tanto que lo rodearon y cubrieron totalmente, de modo que nada de él se veía, ni siquiera una bandera que estaba sobre el techo. 
 La historia de la bella durmiente "Preciosa Rosa", que así la habían llamado, se corrió por toda la región, de modo que de tiempo en tiempo hijos de reyes llegaban y trataban de atravesar el muro de espinos queriendo alcanzar el castillo. Pero era imposible, pues los espinos se unían tan fuertemente como si tuvieran manos, y los jóvenes eran atrapados por ellos, y sin poderse liberar, obtenían una miserable muerte.
  Y pasados cien años, otro príncipe llegó también al lugar, y oyó a un anciano hablando sobre la cortina de espinos, y que se decía que detrás de los espinos se escondía una bellísima princesa, llamada Preciosa Rosa, quien ha estado dormida por cien años, y que también el rey, la reina y toda la corte se durmieron por igual. Y además había oído de su abuelo, que muchos hijos de reyes habían venido y tratado de atravesar el muro de espinos, pero quedaban pegados en ellos y tenían una muerte sin piedad. Entonces el joven príncipe dijo:
  -"No tengo miedo, iré y veré a la bella Preciosa Rosa."-
  El buen anciano trató de disuadirlo lo más que pudo, pero el joven no hizo caso a sus advertencias.
  En esa fecha los cien años ya se habían cumplido, y el día en que Preciosa Rosa debía despertar había llegado. Cuando el príncipe se acercó a donde estaba el muro de espinas, no había otra cosa más que bellísimas flores, que se apartaban unas de otras de común acuerdo, y dejaban pasar al príncipe sin herirlo, y luego se juntaban de nuevo detrás de él como formando una cerca.
  En el establo del castillo él vio a los caballos y en los céspedes a los perros de caza con pintas yaciendo dormidos, en los aleros del techo estaban las palomas con sus cabezas bajo sus alas. Y cuando entró al palacio, las moscas estaban dormidas sobre las paredes, el cocinero en la cocina aún tenía extendida su mano para regañar al ayudante, y la criada estaba sentada con la gallina negra que tenía lista para desplumar.
  Él siguió avanzando, y en el gran salón vio a toda la corte yaciendo dormida, y por el trono estaban el rey y la reina.
  Entonces avanzó aún más, y todo estaba tan silencioso que un respiro podía oírse  y por fin llegó hasta la torre y abrió la puerta del pequeño cuarto donde Preciosa Rosa estaba dormida. Ahí yacía, tan hermosa que él no podía mirar para otro lado, entonces se detuvo y la besó. Pero tan pronto la besó, Preciosa Rosa abrió sus ojos y despertó, y lo miró muy dulcemente.
  Entonces ambos bajaron juntos, y el rey y la reina despertaron, y toda la corte, y se miraban unos a otros con gran asombro. Y los caballos en el establo se levantaron y se sacudieron. Los perros cazadores saltaron y menearon sus colas, las palomas en los aleros del techo sacaron sus cabezas de debajo de las alas, miraron alrededor y volaron al cielo abierto. Las moscas de la pared revolotearon de nuevo. El fuego del hogar alzó sus llamas y cocinó la carne, y el cocinero le jaló los pelos al ayudante de tal manera que hasta gritó, y la criada desplumó la gallina dejándola lista para el cocido.
  Días después se celebró la boda del príncipe y Preciosa Rosa con todo esplendor, y vivieron muy felices hasta el fin de sus vidas.

Fin.

jueves, 15 de noviembre de 2012

UNA CANCIÓN DE TERROR

Esta es una divertidísima canción, muy pícara y original, para reírse y disfrutarla mucho!!! de un autor con las mismas características de la canción: Luis Pescetti... Espero que tiemblen no de miedo, sino de risa!!!!!



El vampiro negro




Scobby du by du by du by du by du 
scobby du by du by du 

yo soy el vampiro negro que nunca tuvo padres 

nací en una incubadora y solito me crié.

Scobby du by du by du by du by du 
scobby du by du by du by du 
yo soy el vampiro negro que nunca tuvo novia 
y cuando tuve una la sangre le chupe.

Scobby du by du by du by du by du 
scobby du by du by du by du 
yo soy el vampiro negro que nunca tuvo carro 
y cuando tuve uno las llantas le ponche.

Scobby du by du by du by du by du 
scobby du by du by du by du 
yo soy el vampiro negro que nunca fue a la escuela 
y cuando fui a una a todos a asuste. 

scobby du by du by du by du by du 
scobby du by du by du by du 
yo soy el vampiro negro que nunca tuve profe 
y cuando tuve uno los pelos le pare. 

Scobby du by du by du by du by du 
scobby du by du by du by du 
yo soy el vampiro negro que nunca tuvo casa 
y cuando tuve una de un portazo la tire. 

Scobby du by du by du by du by du 
scobby du by du by du by du du 
si quieren visitarme les doy mi direccion 
cementerio 13 tumba 22.

scobby du by du by du by du by du 
scobby du by du by du by du 
scobby du.

Fin.                                         

martes, 13 de noviembre de 2012


Les regalo una preciosa poesía, de una divertida familia. Espero que la disfruten y se diviertan tanto como lo hago yo!!!!!!

La familia polillal
La polilla come lana
de la noche a la mañana.

Muerde y come, come y muerde
lana roja, lana verde.

Sentadita en el ropero
con su plato y su babero,

come lana de color
con cuchillo y tenedor.

Sus hijitos comilones
tienen cuna de botones.

Su marido don Polillo
balconea en un bolsillo.

De repente se avecina
la señora Naftalina.

Muy oronda la verán,
toda envuelta en celofán.

La familia polillal
la espía por un ojal,

y le apunta con la aguja
a la Naftalina bruja.

Pero don Polillo ordena:
--No la maten, me da pena;

vámonos a otros roperos
a llenarlos de agujeros-.

Y se van todos de viaje
con muchísimo equipaje:

las hilachas de una blusa
y un paquete de pelusa.

María Elena Walsh.






Otra hermosa poesía de María Elena Walsh, para que se deleiten con su letra.......

La vaca estudiosa


Había una vez una vaca
en la Quebrada de Humahuaca. 
Como era muy vieja, 
muy vieja, estaba sorda de una oreja. 
Y a pesar de que ya era abuela
un día quiso ir a la escuela. 
Se puso unos zapatos rojos,
guantes de tul y un par de anteojos. 
La vio la maestra asustada
y dijo: - Estas equivocada. 
Y la vaca le respondió:
¿Por qué no puedo estudiar yo?. 
La vaca, vestida de blanco,
se acomodó en el primer banco. 
Los chicos tirábamos tiza
y nos moríamos de risa. 
La gente se fue muy curiosa
a ver a la vaca estudiosa. 
La gente llegaba en camiones,
en bicicletas y en aviones. 
Y como el bochinche aumentaba
en la escuela nadie estudiaba. 
La vaca, de pie en un rincón,
rumiaba sola la lección. 
Un día toditos los chicos
se convirtieron en borricos. 
Y en ese lugar de Humahuacala 
única sabia fue la vaca.

María Elena Walsh.
¡Sigue el show de la adivinanza!






Me piche con una rueca 
y cien años dormí
hasta que el beso de un príncipe 
hizo que volviese en mí.










Una madrastra la odia,
una manzana la mata, 
y un príncipe muy hermoso
de la muerte la rescata.

Mucho correr, mucho fregar
y a sus hermanas trajes planchar,
pero, al final, ya lo verás,
en el palacio se casará.




Todo cubierto
con traje blanco,
cuando aparezco
a todos espanto.

           
Llevo parche en el ojo,
y una pata de palo,
y mi cara es de...
malo, malo, malo.


Salieron de oriente
con rumbo  a Belén,
si quieres juguetes
escribe a los tres.



martes, 6 de noviembre de 2012

No podían faltar el humor, la intriga, la fantasía, el azar, las risas, la ansiedad que provoca poder adivinar algo, y el sentimiento de gloria que nos invade cuando lo logramos, y el desafío que  surge cuando alguien lo hace antes de nosotros.. Por eso.....

¡Corre, corre, que te alcanza

el show de la 

adivinanza!
SALIMOS CUANDO ANOCHECE
Y NOS VAMOS SI CANTA EL GALLO,
Y HAY QUIEN DICE QUE NOS VE
CUANDO LE PISAN UN CALLO.









EN EL MONTE FUE NACIDO
LO QUE NUNCA FUE SEMBRADO
TIENE PATITAS VERDES
Y EL BONETE COLORADO.


TIENE OJOS Y NO VE,
TIENE AGUA Y NO BEBE,
TIENE CARNE Y NO LA COME,
TIENE BARBA Y NO ES HOMBRE.



¿QUIÉN FUE AQUEL GENIAL MARINO?
QUE DE PIE MANTUVO UN HUEVO
Y DESCUBRIÓ UN MUNDO NUEVO
POR ACORTAR UN CAMINO?
   

TRES HERMANOS EN SU CASA,
VEN AL LOBO PASAR,
Y POR MUCHO QUE ESTE SOPLE,
NO LA CONSIGUE TIRAR.