lunes, 19 de noviembre de 2012

Esta es otra de las mágicas historias de los Hermanos Grimm, en este caso es una adaptación de la original... Disfruten de este dulce cuentito, de su magia y amor...


Cenicienta

  Había una vez hace mucho, mucho tiempo, un comerciante que al quedarse viudo se casó con la mujer mas orgullosa y engreída. Esta mujer tenía dos hijas que eran malas como ella. Y el comerciante tenía una hija dulce y bondadosa. Al poco tiempo de la boda el comerciante murió . Entonces, la madrastra, le dijo a la joven: -Desde ahora tu serás la encargada de fregar, barrer y hacer todas las tareas de la casa-.
  Así, la pobre muchacha se pasaba todo el día haciendo lo que le mandaban y cuando quería descansar se escondía junto a la chimenea. Por eso tenía su único vestido todo sucio con cenizas y sus hermanastras comenzaron a llamarla Cenicienta. 
  Un verano, el príncipe heredero organizó un baile e invitó a todas las jóvenes del reino. Las feas hermanastras decidían ansiosas que vestidos ponerse, mientras la pobre Cenicienta corría de un lado a otro sin poder pensar siquiera en arreglar algún viejo vestido para ir a la fiesta.
  Por fin llegó el gran día. Las niñas egoístas y orgullosas partieron en un hermoso carruaje y Cenicienta corrió al patio de la casa y se puso a llorar desconsoladamente. -¿Qué te pasa ?- preguntó una dulce voz. Cuando la joven la vio no pudo hablar; era su hada madrina que sabiendo lo que le pasaba quería ayudarla. -Yo haré que vayas al baile. Tráeme una calabaza y con mi varita mágica la convertiré en una magnífica carroza dorada-. -Bueno, ahora nos faltan los caballos y el cochero -dijo el hada-. Pero tiró un poco de queso al suelo y enseguida aparecieron seis ratones y una rata grande. La varita mágica volvió a actuar y al momento los ratones se convirtieron en caballos y la rata en cochero.-Ahora solo nos falta el vestido- dijo la madrina.
  En ese momento tocó con la varita los harapos de Cenicienta y los convirtió en un hermoso vestido . Y haciendo juego unos zapatitos de cristal como no había otros en el mundo. Antes de que partiese hacia el palacio el hada le recordó: -debes regresar antes de media noche, porque a esa hora la magia desaparecerá y todo volverá a ser como antes. -Te lo prometo madrina- dijo Cenicienta . Y partió.
  Un gran revuelo se armó en el palacio cuando llegó Cenicienta. El príncipe que estaba hasta ese momento un poco aburrido quedó deslumbrado al verla y gentilmente le ofreció su mano para entrar al salón. Todos quedaron admirados y hasta la música se detuvo. Los murmullos se oían por todas partes y hasta el Rey dijo que nunca había visto una joven tan bella.
  Durante toda la noche el príncipe no quiso bailar mas que con la bella desconocida que además era una ágil y graciosa bailarina.
  De repente en lo mejor de la fiesta se hoyo la primer campanada de las doce. Cenicienta entretenida casi olvidó que tenía que irse y sin decir nada corrió hacia la salida dejando al príncipe en el medio del salón. Pero al bajar tan rápido las escaleras perdió un zapatito de cristal que el poco tiempo fue encontrado por el joven que había tratado de alcanzar a la dulce desconocida.
  Al día siguiente el Príncipe anunció que se casaría con la joven que calzase aquel zapato. Inmediatamente un emisario lo llevó por todos los rincones del reino, pero ninguna joven conseguía calzárselo. Cuando llegó a casa de Cenicienta, las hermanas trataron de ponerse el zapatito, pero por mas esfuerzos que hicieron les fue imposible meter en él sus enormes pies. -¿Y si me lo probara yo?- dijo Cenicienta. Las chicas se rieron de ella, y la madrastra la mandó a fregar. Pero el emisario insistió en probárselo y ante el asombro de todos comprobó que el zapatito calzaba sin esfuerzo.
  -¡No puede ser!- exclamó la madrastra. Entonces Cenicienta sacó de su delantal el otro zapato y se lo puso. En ese momento apareció el hada , tocó con su varita las ropas de la joven y las volvió tan bellas como la otra vez. Cenicienta fue llevada al palacio, la boda se celebró poco después, y los jóvenes Príncipes fueron felices por siempre.
 Fin.
 Les comparto uno de los cuentos que más me gusta, ya que las historias de hadas son mis preferidas y más cuando está el amor de por medio.... Espero que se enamoren y la disfruten, que la magia y la fantasía se apoderen de ustedes... Esta es la versión de los Hermanos Grimm de...



La bella durmiente: 
  Hace muchos años vivían un rey y una reina quienes cada día decían: "¡Ah, si al menos tuviéramos un hijo!". Pero el hijo no llegaba. Sin embargo, una vez que la reina tomaba un baño, una rana saltó del agua a la tierra, y le dijo: "Tu deseo será realizado y antes de un año, tendrás una hija."
  Lo que dijo la rana se hizo realidad, y la reina tuvo una niña tan preciosa que el rey no podía ocultar su gran dicha, y ordenó una fiesta. Él no solamente invitó a sus familiares, amigos y conocidos, sino también a un grupo de hadas, para que ellas fueran amables y generosas con la niña. Eran trece  hadas en su reino, pero solamente tenía doce platos de oro para servir en la cena, así que tuvo que prescindir de una de ellas. 
  La fiesta se llevó a cabo con el máximo esplendor, y cuando llegó a su fin, las hadas fueron obsequiando a la niña con los mejores y más portentosos regalos que pudieron: una le regaló la Virtud, otra la Belleza, la siguiente Riquezas, y así todas las demás, con todo lo que alguien pudiera desear en el mundo. 
  Cuando la décimo primera de ellas había dado sus obsequios, entró de pronto la décimo tercera  Ella quería vengarse por no haber sido invitada, y sin ningún aviso, y sin mirar a nadie, gritó con voz bien fuerte: "¡La hija del rey, cuando cumpla sus quince años, se punzará con un huso de hilar, y caerá muerta inmediatamente!" Y sin más decir, dio media vuelta y abandonó el salón.
  Todos quedaron atónitos, pero la duodécima, que aún no había anunciado su obsequio, se puso al frente, y aunque no podía evitar la malvada sentencia, sí podía disminuirla, y dijo: "¡Ella no morirá, pero entrará en un profundo sueño por cien años!".
  El rey trataba por todos los medios de evitar aquella desdicha para la joven. Dio órdenes para que toda máquina hilandera o huso en el reino fuera destruido  Mientras tanto, los regalos de las otras doce hadas, se cumplían plenamente en aquella joven. Así ella era hermosa, modesta, de buena naturaleza y sabia, y cuanta persona la conocía, la llegaba a querer profundamente.
  Sucedió que en el mismo día en que cumplía sus quince años, el rey y la reina no se encontraban en casa, y la doncella estaba sola en palacio. Así que ella fue recorriendo todo sitio que pudo, miraba las habitaciones y los dormitorios como ella quiso, y al final llegó a una vieja torre. Ella subió por las angostas escaleras de caracol hasta llegar a una pequeña puerta. Una vieja llave estaba en la cerradura, y cuando la giró, la puerta súbitamente se abrió. En el cuarto estaba una anciana sentada frente a un huso, muy ocupada hilando su lino.
  "Buen día, señora," dijo la hija del rey, "¿Qué haces con eso?" - "Estoy hilando," dijo la anciana, y movió su cabeza.
   "¿Qué es esa cosa que da vueltas sonando tan lindo?" dijo la joven.
  Y ella tomó el huso y quiso hilar también. Pero nada más había tocado el huso, cuando el mágico decreto se cumplió, y ella se punzó el dedo con él.
  En cuanto sintió el pinchazo, cayó sobre una cama que estaba allí, y entró en un profundo sueño. Y ese sueño se hizo extensivo para todo el territorio del palacio. El rey y la reina quienes estaban justo llegando a casa, y habían entrado al gran salón, quedaron dormidos, y toda la corte con ellos. Los caballos también se durmieron en el establo, los perros en el césped, las palomas en los aleros del techo, las moscas en las paredes, incluso el fuego del hogar que bien flameaba, quedó sin calor, la carne que se estaba asando paró de asarse, y el cocinero que en ese momento iba a jalarle el pelo al joven ayudante por haber olvidado algo, lo dejó y quedó dormido. El viento se detuvo, y en los árboles cercanos al castillo, ni una hoja se movía.
  Alrededor del castillo comenzó a crecer una red de espinos, que cada año se hacían más y más grandes, tanto que lo rodearon y cubrieron totalmente, de modo que nada de él se veía, ni siquiera una bandera que estaba sobre el techo. 
 La historia de la bella durmiente "Preciosa Rosa", que así la habían llamado, se corrió por toda la región, de modo que de tiempo en tiempo hijos de reyes llegaban y trataban de atravesar el muro de espinos queriendo alcanzar el castillo. Pero era imposible, pues los espinos se unían tan fuertemente como si tuvieran manos, y los jóvenes eran atrapados por ellos, y sin poderse liberar, obtenían una miserable muerte.
  Y pasados cien años, otro príncipe llegó también al lugar, y oyó a un anciano hablando sobre la cortina de espinos, y que se decía que detrás de los espinos se escondía una bellísima princesa, llamada Preciosa Rosa, quien ha estado dormida por cien años, y que también el rey, la reina y toda la corte se durmieron por igual. Y además había oído de su abuelo, que muchos hijos de reyes habían venido y tratado de atravesar el muro de espinos, pero quedaban pegados en ellos y tenían una muerte sin piedad. Entonces el joven príncipe dijo:
  -"No tengo miedo, iré y veré a la bella Preciosa Rosa."-
  El buen anciano trató de disuadirlo lo más que pudo, pero el joven no hizo caso a sus advertencias.
  En esa fecha los cien años ya se habían cumplido, y el día en que Preciosa Rosa debía despertar había llegado. Cuando el príncipe se acercó a donde estaba el muro de espinas, no había otra cosa más que bellísimas flores, que se apartaban unas de otras de común acuerdo, y dejaban pasar al príncipe sin herirlo, y luego se juntaban de nuevo detrás de él como formando una cerca.
  En el establo del castillo él vio a los caballos y en los céspedes a los perros de caza con pintas yaciendo dormidos, en los aleros del techo estaban las palomas con sus cabezas bajo sus alas. Y cuando entró al palacio, las moscas estaban dormidas sobre las paredes, el cocinero en la cocina aún tenía extendida su mano para regañar al ayudante, y la criada estaba sentada con la gallina negra que tenía lista para desplumar.
  Él siguió avanzando, y en el gran salón vio a toda la corte yaciendo dormida, y por el trono estaban el rey y la reina.
  Entonces avanzó aún más, y todo estaba tan silencioso que un respiro podía oírse  y por fin llegó hasta la torre y abrió la puerta del pequeño cuarto donde Preciosa Rosa estaba dormida. Ahí yacía, tan hermosa que él no podía mirar para otro lado, entonces se detuvo y la besó. Pero tan pronto la besó, Preciosa Rosa abrió sus ojos y despertó, y lo miró muy dulcemente.
  Entonces ambos bajaron juntos, y el rey y la reina despertaron, y toda la corte, y se miraban unos a otros con gran asombro. Y los caballos en el establo se levantaron y se sacudieron. Los perros cazadores saltaron y menearon sus colas, las palomas en los aleros del techo sacaron sus cabezas de debajo de las alas, miraron alrededor y volaron al cielo abierto. Las moscas de la pared revolotearon de nuevo. El fuego del hogar alzó sus llamas y cocinó la carne, y el cocinero le jaló los pelos al ayudante de tal manera que hasta gritó, y la criada desplumó la gallina dejándola lista para el cocido.
  Días después se celebró la boda del príncipe y Preciosa Rosa con todo esplendor, y vivieron muy felices hasta el fin de sus vidas.

Fin.

jueves, 15 de noviembre de 2012

UNA CANCIÓN DE TERROR

Esta es una divertidísima canción, muy pícara y original, para reírse y disfrutarla mucho!!! de un autor con las mismas características de la canción: Luis Pescetti... Espero que tiemblen no de miedo, sino de risa!!!!!



El vampiro negro




Scobby du by du by du by du by du 
scobby du by du by du 

yo soy el vampiro negro que nunca tuvo padres 

nací en una incubadora y solito me crié.

Scobby du by du by du by du by du 
scobby du by du by du by du 
yo soy el vampiro negro que nunca tuvo novia 
y cuando tuve una la sangre le chupe.

Scobby du by du by du by du by du 
scobby du by du by du by du 
yo soy el vampiro negro que nunca tuvo carro 
y cuando tuve uno las llantas le ponche.

Scobby du by du by du by du by du 
scobby du by du by du by du 
yo soy el vampiro negro que nunca fue a la escuela 
y cuando fui a una a todos a asuste. 

scobby du by du by du by du by du 
scobby du by du by du by du 
yo soy el vampiro negro que nunca tuve profe 
y cuando tuve uno los pelos le pare. 

Scobby du by du by du by du by du 
scobby du by du by du by du 
yo soy el vampiro negro que nunca tuvo casa 
y cuando tuve una de un portazo la tire. 

Scobby du by du by du by du by du 
scobby du by du by du by du du 
si quieren visitarme les doy mi direccion 
cementerio 13 tumba 22.

scobby du by du by du by du by du 
scobby du by du by du by du 
scobby du.

Fin.                                         

martes, 13 de noviembre de 2012


Les regalo una preciosa poesía, de una divertida familia. Espero que la disfruten y se diviertan tanto como lo hago yo!!!!!!

La familia polillal
La polilla come lana
de la noche a la mañana.

Muerde y come, come y muerde
lana roja, lana verde.

Sentadita en el ropero
con su plato y su babero,

come lana de color
con cuchillo y tenedor.

Sus hijitos comilones
tienen cuna de botones.

Su marido don Polillo
balconea en un bolsillo.

De repente se avecina
la señora Naftalina.

Muy oronda la verán,
toda envuelta en celofán.

La familia polillal
la espía por un ojal,

y le apunta con la aguja
a la Naftalina bruja.

Pero don Polillo ordena:
--No la maten, me da pena;

vámonos a otros roperos
a llenarlos de agujeros-.

Y se van todos de viaje
con muchísimo equipaje:

las hilachas de una blusa
y un paquete de pelusa.

María Elena Walsh.






Otra hermosa poesía de María Elena Walsh, para que se deleiten con su letra.......

La vaca estudiosa


Había una vez una vaca
en la Quebrada de Humahuaca. 
Como era muy vieja, 
muy vieja, estaba sorda de una oreja. 
Y a pesar de que ya era abuela
un día quiso ir a la escuela. 
Se puso unos zapatos rojos,
guantes de tul y un par de anteojos. 
La vio la maestra asustada
y dijo: - Estas equivocada. 
Y la vaca le respondió:
¿Por qué no puedo estudiar yo?. 
La vaca, vestida de blanco,
se acomodó en el primer banco. 
Los chicos tirábamos tiza
y nos moríamos de risa. 
La gente se fue muy curiosa
a ver a la vaca estudiosa. 
La gente llegaba en camiones,
en bicicletas y en aviones. 
Y como el bochinche aumentaba
en la escuela nadie estudiaba. 
La vaca, de pie en un rincón,
rumiaba sola la lección. 
Un día toditos los chicos
se convirtieron en borricos. 
Y en ese lugar de Humahuacala 
única sabia fue la vaca.

María Elena Walsh.
¡Sigue el show de la adivinanza!






Me piche con una rueca 
y cien años dormí
hasta que el beso de un príncipe 
hizo que volviese en mí.










Una madrastra la odia,
una manzana la mata, 
y un príncipe muy hermoso
de la muerte la rescata.

Mucho correr, mucho fregar
y a sus hermanas trajes planchar,
pero, al final, ya lo verás,
en el palacio se casará.




Todo cubierto
con traje blanco,
cuando aparezco
a todos espanto.

           
Llevo parche en el ojo,
y una pata de palo,
y mi cara es de...
malo, malo, malo.


Salieron de oriente
con rumbo  a Belén,
si quieres juguetes
escribe a los tres.



martes, 6 de noviembre de 2012

No podían faltar el humor, la intriga, la fantasía, el azar, las risas, la ansiedad que provoca poder adivinar algo, y el sentimiento de gloria que nos invade cuando lo logramos, y el desafío que  surge cuando alguien lo hace antes de nosotros.. Por eso.....

¡Corre, corre, que te alcanza

el show de la 

adivinanza!
SALIMOS CUANDO ANOCHECE
Y NOS VAMOS SI CANTA EL GALLO,
Y HAY QUIEN DICE QUE NOS VE
CUANDO LE PISAN UN CALLO.









EN EL MONTE FUE NACIDO
LO QUE NUNCA FUE SEMBRADO
TIENE PATITAS VERDES
Y EL BONETE COLORADO.


TIENE OJOS Y NO VE,
TIENE AGUA Y NO BEBE,
TIENE CARNE Y NO LA COME,
TIENE BARBA Y NO ES HOMBRE.



¿QUIÉN FUE AQUEL GENIAL MARINO?
QUE DE PIE MANTUVO UN HUEVO
Y DESCUBRIÓ UN MUNDO NUEVO
POR ACORTAR UN CAMINO?
   

TRES HERMANOS EN SU CASA,
VEN AL LOBO PASAR,
Y POR MUCHO QUE ESTE SOPLE,
NO LA CONSIGUE TIRAR.

martes, 30 de octubre de 2012

Trabalenguas



Los trabalenguas se han hecho 
para destrabar la lengua, 
sin trabas ni mengua alguna y si alguna mengua traba tu lengua, 
con un trabalenguas podrás destrabar tu lengua.


Pata, Peta, Pita y Pota,
cuatro patas, con un pato
y dos patas cada una.
Cuatro patas, cada pata
con dos patas y su pato.
Pota, Pita, Peta y Pata.


Cuando cuentes cuentos,
cuenta cuantos cuentos cuentas,
porque si no cuentas cuantos cuentos cuentas
nunca sabrás cuantos cuentos cuentas tú.



No me mires que nos miran,
nos miran que nos miramos,
miremos que no nos miren
y cuando no nos miren nos miraremos,
porque si nos miramos
descubrir pueden
que nos amamos.


El amor es una locura que solo el cura lo cura,
pero el cura que lo cura comete una gran locura.


                            

Un divertido cuentito

Les brindo un hermoso cuento, espero que les guste y apasione tanto como a mí, que lo disfruten como lo hicieron el grupo de niños con quién yo lo compartí, y que en sus caras se refleje la dulzura que en las de ellos vi...


El garbanzo peligroso:
 Un día un garbanzo peligroso se cayó de la cama. Hizo "kec" y despertó a la pulga que vivía sobre el gato.

  La pulga hizo "bú" y despertó al gato que se colgó de la soga de la campana.
  La campana hizo "clin clon" y despertó a las palomas azules. 
  Las palomas hicieron "rucucú" y despertaron a las gallinas. Las       gallinas hicieron "cloqui" y despertaron a tía Sidonia para que les diera maíz. 
  Tía Sidonia hizo "muaaa" y despertó al ratón que duerme en su zapato.
  Y el ratón tropezó con un garbanzo peligroso que estaba debajo de la cama.
  - Kiii -dijo el ratón, y salió volando a contar a todos que bajo la cama había un garbanzo peligroso que seguramente estaba por explotar como una bomba.
  La pulga del gato, el gato, las palomas, las gallinas y tía Sidonia salieron corriendo de la casa y se sentaron en la vereda de enfrente a esperar que el garbanzo peligroso hiciera buuum. 
  Pero el garbanzo se había dormido debajo de la cama con un sueño chiquito y redondo.
  Como tía Sidonia estaba cansada de esperar, tapándose los oídos, tomó una jaula y una escoba y valientemente fue a cazar al garbanzo peligroso. 
  Y lo cazó. Y lo encerró en la jaula.
  - Un garbanzo peligroso debe ser enterrado - dijo el gato.
  Cavó apuradísimo un pocito y allí fue a parar el pozo con la patas y las palomas con el pico.
  Pero entonces el garbanzo peligroso empezó a cantar como cantan los garbanzos cuando están bajo tierra.Y cantando se puso a brotar y a crecer.
Llenó el patio de hojitas, de ramas que parecían serpentinas, de flores y de vainas llenas de garbanzos peligrosos, redondos, redondos, que ahora sirven a los chicos para contar en la escuela y para jugar a las bolitas.
FIN
Laura Devetach.

Lo último del cuarteto

Este es el último cuentito del cuarteto mágico de la autora Pilar Mateos, espero que lo disfruten mucho, y que se diviertan y rían mucho, dado que es un cuento muy pícaro....

El eco:
 La bruja Mon estaba rabiosa. Llevaba toda la tarde portándose bien. ¡Ya no podía resistirlo más!, necesitaba urgentemente molestar a alguien. Pensó: “Si pasará una niña por aquí, la convertiría en tortuga”. Y miro a lo lejos, por el camino del puente a ver si venía una niña. No venia ninguna.
  La bruja Mon volvió a pensar: “Si pasará un niño por aquí, lo convertiría en elefante”, y miro a lo lejos, por el camino de la montaña, a ver si venia algún niño. No venia ninguno.
  La bruja Mon exclamo: “¡Que rabia!” y siguió andando a la pata coja.
 Cuando llego a la montaña diviso la boca de una cueva. “¡mira que bien!”, se dijo ahí adentro habrá murciélagos. Los convertiré en ballenas y así no habré perdido la tarde. Se asomo por la cueva y vio las peñas húmedas, el techo altísimo, la galería oscura y sin final; pero no encontró ni un solo murciélago.
  “¡Que raro!”, comento la bruja, en las cuevas siempre hay murciélagos. “¡Murciélagos!”, repitió una voz.       “Eso es lo que estoy buscando”, contesto la bruja, distraída, pero no hay ni uno.
  “¡Ni uno!”, afirmo la voz.
  “Es lo que acabo de decir”, dijo la bruja, un poco molesta.
  “¡Es lo que acabo de decir!”, dijo la voz.
  La bruja Mon se puso de mal humor: “¡Yo lo he dicho primero!”, voceó.
  “¡Yo lo he dicho primero!”, insistió la voz.
  La bruja Mon mira al fondo de la cueva para ver quien le hablaba; y, por más que miro y remiro no vio a nadie.
  “¿Dónde te escondes?”, pregunto.
  “¿Dónde te escondes?”, pregunto la voz.
 “¿Dónde te escondes?”, pregunto la voz.
 “¡Yo no me escondo!”, protesto la bruja.
  “¡Yo no me escondo!”, protesto la voz.
  Era una voz antipática y chillona. Y a la bruja Mon le sonaba conocida; como si fuera alguien de la familia.           “¿De quien podría ser?”, me da igual, gruño la bruja. Sea quien sea, lo voy a convertir en un pez.
 Y añadió en voz alta: “¡Sal si te atreves!”.
  “¡Sal si te atreves!”, repitió la voz.
  Y la bruja Mon tuvo la sensación de que se estaba riendo de ella.
  “¿Me estas haciendo burla?”.
  “¡Haciendo burla!”, aseguro la voz.
  La bruja Mon se puso tan furiosa que empezó a darse de coscorrones contra las peñas.
  “¡Voy a convertirte en un pez tonto!”, rugió.
  Y la voz, sin acobardarse le devolvió la amenaza: “¡Voy a convertirte en un pez tonto!”.
  “¿A mi?”, dijo la bruja Mon.
  “¡Y un jamón!”.
  Agito su polvorienta varita y dijo rápidamente, las palabras secretas:
  “TUFA, COTUFA, TRUCALATRUFA. CHIRIS CHIRABO, CHIRIBINABO, MALA, MALICO, MALADAPICO, por una vez que salga un pez”
  ¿Vais a creer lo que sucedió?, la voz repitió exactamente las mismas palabras secretas, sin olvidar ninguna. Y la bruja Mon, por arte de magia, se convirtió en un pez.
  El otro día la vi, dentro de una pecera. ¡Y estaba roja de rabia!.
FIN

martes, 23 de octubre de 2012

Otro cuentito del cuarteto

Este es el tercer cuento del cuarteto mágico de 

Pilar Mateos, espero que les guste tanto como 

a mi, y que lo disfruten mucho!!!


El Reloj:
   La bruja Mon necesitaba un reloj. "Lo quiero sumergible", pensó, "con cronometro y alarma que dé las horas, los días, el mes y el año”. Saco su varita mágica y dijo las palabras secretas. Entonces, delante de la cueva, apareció un reloj de sol. Pero el día estaba nublado, y la bruja Mon no supo si era la hora del desayuno o de la comida; así que preparo la merienda.
  “Mi varita es tan vieja que solo fabrica antigüedades”, le contó a Granjano. Yo quiero un reloj moderno. “Pues quítaselo a un niño”, sugirió el cuervo Granjano.
  La bruja Mon se sentó en el umbral, a esperar que pase un niño. El primero fue un hermano mayor, de ojos alegres. Y su reloj era sumergible. La bruja Mon lo vio “Dame tu reloj”, le dijo. El hermano mayor sonrió alegremente: “Yo te lo daría”, respondió. "Pero detrás viene mi hermano mediano, que tiene un reloj mucho mejor que el mio".
  El hermano mediano era de expresión bondadosa. Y su reloj tenía cronometro. La bruja Mon se fijo muy bien. “Dame tu reloj”, le dijo. El hermano mediano sonrió bondadosamente: “yo te lo daría” respondió, "pero detrás viene mi hermano pequeño, que tiene un reloj mucho mejor que el mío".
  El hermano pequeño tenia una carita burlona y su reloj emitía tres alarmas diferentes. La bruja Mon las oyó “dame tu reloj”, le dijo, El hermano pequeño sonrió burlonamente: “yo te lo daría”, respondió. "Pero allí esta la torre de la catedral, que tiene un reloj mucho mejor que el mió".
  La bruja se empino sobre el palo de su escoba y vio la torre de la catedral. “Dame tu reloj”, le dijo. Y el reloj de la catedral llegó volando por los aires, con gran estrépito. Rompió la puerta de la cueva, aplasto la librería y derribo todos los muebles. ¡Era un reloj descomunal!, la bruja Mon se quedo mirándolo con cara de tonta. De pronto, un ruido atronador le puso los pelos de punta: el reloj iba a dar las tres, y a cada campanada, temblaba el suelo de la cueva, y las paredes parecía venirse abajo.
  La bruja Mon salio huyendo despavorida, tapándose las orejas con las manos. Esa noche tuvo que dormir en la torre de la catedral.


Fin

martes, 16 de octubre de 2012

Más del cuarteto mágico..


La bruja Mon: La apuesta

   La bruja Mon hizo una apuesta con su amiga Piruja: -¿Te apuesto a que hago cincuenta juegos de magia?-.
  -¿Te apuesto a que no?-, dijo la bruja Piruja. -¿Te apuesto a que sí?-, le dijo la bruja Mon. Pero no se apostaron ninguna cosa. 
  La bruja Mon se fue por el camino. Estaba de muy buen humor. El primer árbol que se encontró lo convirtió en piedra. A la primera piedra que se encontró la convirtió en un árbol. Enseguida descubrió una rosa y la convirtió en una margarita. A continuación descubrió una margarita y la convirtió en una rosa. 
  Después vio a una niña que se estaba cayendo por un barranco, y la transformo en pájaro azul, eso salvo a la niña en vez de estrellarse en el suelo, la niña agito sus alas azules y levanto el vuelo, cantando. 
  Más tarde la bruja Mon saludo a una viejecita que llevaba en una mano una botella de vino, y en la otra una botella de leche. La bruja Mon, con una sonrisa malvada, convirtió el vino en leche y la leche en vino; y la viejecita ni noto el cambio. Por allí cerca había un burro y lo transformo en un cordero. 
  Y un prado, mas allá, había un cordero. La bruja Mon lo transformo en un burro. Al perro negro del cazador, lo convirtió en un gato blanco. Al gato blanco del cazador, lo convirtió en un perro negro. 
  Luego diviso un pájaro azul posado en una rama; parecía un poco asustado, como si no le gustará ser pájaro. La bruja Mon lo convirtió en una niña. Y así siguió hasta que hizo sus cincuenta juegos de magia. 
  Entonces fue a avisar a su amiga Pirula. “Ya están” le dijo. 
  “A verlos”, la bruja Pirula miro al camino, y vio que todas las cosas estaban igual de costumbre. Había árboles y piedras, margaritas, rosas, corderos y burros. Vio a la viejecita, que llevaba, como todos los días, su botella de leche y su botella de vino. Vio a la niña, que volvía a su casa, tan contenta, como todos los días a la misma hora. Y vio al cazador que se marchaba de caza, como todos los días, con su perro y su gato blanco. 
  -Pues no lo entiendo-, dijo la bruja Mon… -¡Si yo lo he cambiado todo…!- 
  “Has perdido la apuesta”, dijo la bruja Pirula.
                          Fin.
Pilar Mateos.

Cuarteto encantado


A lo largo de mis siguientes publicaciones, les voy a  compartir unas hermosas historias de la autora Pilar Mateos, sobre una peculiar brujita.... 

La Bruja Mon:La Rana

  La bruja Mon entro en una tienda de videos. Se quedo embobada contemplando en una pantalla un número musical. Hasta que una niña le dio un pisotón sin querer.
¡Huy perdone!... murmuro la niña.
  La bruja Mon se puso hecha una fiera. ¡Ahora mismo te convierto en una rana!. Saco su vieja varita y le dijo las palabras mágicas: TUFA, COTUFA, TRUCALATRUFA. CHIRIS CHIRABO, CHIRIBINABO, MALADAPICO. Hoy tengo gana de hacer la rana.
 Al momento, la niña se transformo en una rana y empezó a croar escandalosamente.
  El policía que estaba vigilando la tienda se acercó a ver lo que pasaba.
  Aquí no está permitida la presencia de ranas, le dijo a la bruja Mon, ¡Tendrá que pagar una multa!
  ¡Y un jamón!, le dijo la bruja Mon.
  El policía se puso tan serio que la bruja Mon se asusto. Saco sus ahorros de trescientos años, contó las monedas, pago la multa y salio de la tienda a todo correr.
  La rana la perseguía a grandes saltos. La alcanzo enseguida y se monto sobre su zapato derecho.
  ¡OS, OS!, hacia la bruja para espantarla. Y la rana que no se iba…
  Con que, en esto, llego un guardia y le dijo: “Esta rana no tiene collar”. “Esta prohibido que los animales circulen sin collar. ¡Tendrá que pagar una multa!”.
  ¡Y un jamón!... dijo la bruja Mon.
  El guardia se puso muy serio y la bruja Mon se asustó. Saco sus ahorros de trescientos años, pago la multa y salio corriendo.
  De un brinco se subió a un autobús en marcha. Y la rana con ella. El conductor dijo: “Está prohibido llevar ranas en los transportes públicos”. “Tendrá que pagar una multa”.
  La bruja Mon se hizo la despistada. ¿Qué rana?, preguntaba. Y murmuro escondidas las palabras mágicas, y la rana recupero su forma de niña.
¿Ve usted como no había ninguna rana?, le decía la bruja al conductor.
  “En este caso tendrá que pagar el billete de la niña”. ¡Y un jamón!, le dijo la bruja Mon. Y se tiro del bus en marcha.
  Ya hace mucho tiempo que la bruja Mon no convierte a las niñas en ranas.
                        Fin.





martes, 9 de octubre de 2012

HERMOSAS PALABRAS

Les dejo un hermoso regalo, los invito a entrar y a disfrutar de estas maravillosas palabras de una gran autora....

http://portal.educ.ar/noticias/entrevistas/laura-devetach-hay-que-aliment.php

Manuelita



Manuelita vivía en Pehuajó 
pero un día se marchó. 
Nadie supo bien por qué 
a París ella se fue 
un poquito caminando 
y otro poquitito a pie.

Manuelita, Manuelita, 
Manuelita dónde vas 
con tu traje de malaquita 
y tu paso tan audaz.

Manuelita una vez se enamoró 
de un tortugo que pasó. 
Dijo: ¿Qué podré yo hacer? 
Vieja no me va a querer, 
en Europa y con paciencia 
me podrán embellecer.

En la tintorería de París 
la pintaron con barniz. 
La plancharon en francés 
del derecho y del revés. 
Le pusieron peluquita 
y botines en los pies.

Tantos años tardó en cruzar el mar 
que allí se volvió a arrugar 
y por eso regresó 
vieja como se marchó 
a buscar a su tortugo 
que la espera en Pehuajó. 





María Elena Walsh